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| REI BERROA, FRANCISCO MORALES LOMAS, GABRIELE MORELLI EN BÉRGAMO (ITALIA), SEPTIEMBRE DE 2024 |
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PUBLICADO EN CUADERNOS DEL SUR DE DIARIO CÓRDOBA
POESÍA CÍVICA Y HUMANISTA. REI BERROA
Son palomas pensajeras del dominicano afincado en EE.UU, Rei
Berroa
FRANCISCO MORALES LOMAS
Con motivo de un congreso sobre poesía y
transmedialidad celebrado en la universidad de Bérgamo (Italia) el pasado mes
de septiembre bajo los auspicios de la brillante hispanista Marina Bianchi,
tuve oportunidad de conocer a Rei Berroa poeta y profesor universitario dominicano
afincado en EE.UU. Y realmente, primero su palabra y después su escritura me
conmovieron.
Hoy quiero comentar su obra “Son palomas
pensajeras”. Un libro enternecedor, apasionante, con una adjetivo nuevo
“pensajeras” que nos invita a viajar por la alegoría simbólica de la paloma, en
general, de las aves y su proyección poemática en la actual realidad, toda vez
que los humanos hemos ido descuidando esa relación inicial con la naturaleza,
desde aquellas representaciones divinas de las mitologías antiguas en los
primeros vestigios del arte rupestre, con la exclusión de lo femenino en la mitología
judeo-cristiana y el cerco a la naturaleza, y su destrucción en el periodo de
mayor desarrollo de las comunicaciones. Las palomas como símbolo de ese
encuentro-desencuentro entre el ser humano y su hábitat. Con él Rei Barroa
quiere llegar a lo más elemental: la reflexión de cómo el ser humano ha ido
perdiendo, desde el hiperpoder de las tecnología lo más esencial: el poder
escuchar a las aves, el sentirnos más humanos en contacto con la naturaleza y
su esencia, su elemental complejidad.
Un canto de defensa que en realidad es un
grito de civismo y ética que permite una constante reflexión desde los impulsos
iniciales de esa fotografía del libro que muestra a un bisonte -cuyas tripas
parecen colgarle debido a una herida causada por un rinoceronte- atacando a un
humano y un pájaro, una reproducción conocida como “El hombre pájaro de
Lascaux”, única representación de una figura humana en todo el arte rupestre.
Esta es la guía inicial junto con unas palabras de Miguel Hernández –a quien ha
estudiado en profundidad Rei Berroa- que dicen: “Sólo quien ama vuela. Pero,
¿quién ama tanto que sea como el pájaro más leve y fugitivo?”. Y otras e José
Mármol: “No voy a dibujar un pájaro volando/sino el mismo vuelo dibujándose”,
que nos permiten adentrarnos por el espíritu en forma de paloma, la exclusión
de media humanidad o la relación de los dioses griegos con las aves que llevan
el propósito de “abrir los ojos y levantar las orejas para revivir en nosotros
la experiencia del vuelo del ave o del canto de todo lo que vive”.
Esta temática del vuelo (y desde luego no
podrá faltar en versos interiores el homenaje a Alberti en varios poemas) ha sido
recurrente desde el renacimiento. A todos nos traerá a la memoria “Tras un
amoroso lance” de San Juan de la Cruz.
Rei Berroa tras una presentación
exhaustiva que ofrece las claves interpretativas del libro, lo estructura en tres grandes apartados:
“Vivir o la unidad”, “Revivir o la dualidad” y “Convivir y convocar a la
pluralidad”.
Tras ellos hay toda una filosofía vital
que nos advierte y nos exhorta: “A ningún ángel rendirle culto”. Asimismo un
recorrido por el paso del tiempo, la simbología de su senda desde ese mundo
iniciático, con su microcosmos mitológico hasta lo más actual con su miseria
reciente, más profundo en los últimos poemas, que son un canto a una humanidad
que ha perdido el rumbo: “Paso el tiempo tratando de entender/ porqué tuvimos
que salir/ volando ocultos tras la vergüenza/ de nuestros genitales”, en clara
referencia a la salida del paraíso terrenal.
En su poesía, sin embargo, hay consuelo.
Es valiente en la denuncia de las terribles situaciones de la humanidad pero
también deja un rayo de esperanza y en el ejemplo de su casa, “donde he hecho
crecer semillas que me han dado/ sustento y protección”, se hace definitivo.
Una lírica que va desde lo
alegórico-simbólico en poemas como “Monte serrado”, hasta la conciencia de
lucha contra los populismos y las amenazas de todo tipo a la humanidad: “¡Que
ahí viene la muerte/ y hay que escapar a la indignidad/ del hombre que vende su
linaje/ por un plato de lentejas”. Busca esa luz de nuevo que nos ilumine e irradie
a las mujeres olvidadas en la historia: “Y nosotras aquí con nuestras crías
famélicas de sueño/ oyendo leer versos en Esmirna, Profética o Luna”. Y se
pregunta: “Y ella, ¿a dónde irá?/¿Frente a quién pondrá mañana al descubierto/
el comestible tiempo de sus pechos bien guardados?”.
Es una lírica que pulsa el corazón y
reivindica las heridas del tiempo, las pérdidas, la cegueras, la
responsabilidad del ser, sus héroes sobre los que cagan las palomas, pero
también bucear en la sustancia de la libertad del pájaro enjaulado, el asedio
al odio, y la necesidad de resolver con acciones o palabras el “conflicto del
abrazo/ si es el odio el que ha venido ocupando/ puntada tras puntada/ los
renglones donde antes escribíamos”. Una actitud moral ante la existencia,
profunda, crítica y reveladora que merece su lectura.
BREVE RESEÑA BIOGRÁFICA DE REI BERROA
Rei Berroa (República Dominicana, 1949). Obtuvo el Premio
Internacional Trieste Poesía por el conjunto de su obra poética (2011),
Premio Mihai Eminescu (Rumanía 2012) y Medaille de Vermeil de la
Academia de Artes y Letras de París, Francia. Ha publicado 40 libros de
versos, antologías y ensayos, entre ellos: Fortunario insólito (Monterrey, 2014), Son palomas pensajeras (2014), Libro de los dones y los bienes (2014 y 2010), Eufemistica per vivere tranquilli (2011), Otridades (2010), De adinamia de mente de umnesia (2010), Libro de los fragmentos (2007; 1988).